Tal vez ninguna otra princesa ha tenido el mismo impacto mundial como lo tuvo Lady Diana Spencer. Cuando Diana se casó con el príncipe Carlos tenía tan solo 20 años, y la ceremonia fue tildada como “la boda del siglo”. Sin embargo, su legado no se basa exclusivamente en el deslumbrante traje de novia que lució.
La princesa equilibró las relaciones que mantenían los monarcas de todo el mundo con su pueblo, rompiendo el protocolo que los separaba y acercándolos a la gente. Su rol como madre y las hijas que portaban cosas.
El reinado de Victoria es el segundo más largo de la historia del Reino Unido, es superado únicamente por su propia tataranieta, la actual Isabel II. Victoria ascendió al trono cuando tenía apenas 18 años, la “época victoriana” estuvo marcada por la expansión del Imperio británico. En 1877, se convirtió en la primera inglesa en obtener el título de emperatriz de la India. Además, durante esa era, Inglaterra tuvo grandes avances industriales, científicos y políticos; durante su reinado fue estableciéndose gradualmente la monarquía constitucional moderna en Gran Bretaña.
Grace Kelly era una reconocida actriz de Hollywood que había ganado un Óscar por su papel en la película La angustia de vivir. Sin embargo, a los 26 años, y cuando se encontraba en la cima de su carrera profesional, decidió retirarse del cine. La joven había conocido y se había enamorado del príncipe soberano de Mónaco, Rainiero III. La unión entre ambos volvió a la vida al pequeño principado europeo. A la boda asistieron más de mil periodistas de todo el mundo, lo que ayudó a transformar Mónaco en el jardín de juegos de los multimillonarios.
"Cuando llegue la paz, recordad que será para nosotros, los niños de hoy, para hacer del mundo de mañana un lugar mejor y más feliz”. Como princesa Isabel, la reina pronunció su primer discurso por radio el 13 de octubre de 1940, dirigido a los niños.
“Recuerdo a esa señora de mi edad a la que el otro día su nieta le preguntaba toda seria: ‘Abuela, ¿te acuerdas de la Edad de Piedra?’ Aunque puede parecer un tanto exagerado, las generaciones más ancianas pueden aportar un sentido.
“A Felipe le gusta conducir y ¡conduce rápido! Tiene un MG diminuto de cual está muy orgulloso. Me llevó a dar una vuelta a Londres. Fue muy divertido, aunque era como ir sentada sobre el suelo y las ruedas son tan altas como la cabeza de alguno”.